Recientemente, se ha producido un cambio significativo en el ámbito de la Formación Profesional para adultos en España, especialmente en lo que respecta al certificado de profesionalidad de Docencia. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha renombrado el certificado de “Docencia de la Formación Profesional para el Empleo” a “Habilitación para la docencia en grados A, B y C del Sistema de Formación Profesional”. Este cambio, aunque a primera vista puede parecer meramente nominal, refleja una reestructuración más profunda en el sistema de formación profesional.
El código del certificado sigue siendo el SSCE0110, manteniendo la misma duración, nivel y programa. Sin embargo, esta transformación nomenclatural se alinea con la nueva clasificación de grados introducida por la Ley Orgánica 3/2022, que sustituye el subsistema de Formación Profesional para el Empleo por un sistema de grados más detallado y estructurado.
El nuevo sistema se organiza de la siguiente manera:
- Grado A: Se enfoca en microformaciones centradas en elementos de competencia, anteriormente conocidas como realizaciones profesionales. Estas formaciones abordan competencias específicas, pero no llegan a conformar una unidad de competencia completa.
- Grado B: Implica formaciones modulares en estándares de competencia (antes unidades de competencia). Un módulo formativo del Grado B, al ser completado, otorga una acreditación de la unidad de competencia asociada. Es interesante notar que un Grado B puede ser obtenido por la acumulación de formaciones de Grado A.
- Grado C: Representa los certificados de profesionalidad completos, ahora rebautizados como “certificados profesionales”. Estos se pueden adquirir acumulando Grados B, es decir, completando todos los módulos formativos de un certificado.
- Grado D: Abarca ciclos de formación profesional básica, de grado medio y de grado superior.
- Grado E: Incluye cursos de especialización que complementan ciertos grados medios y superiores. Estos cursos están disponibles únicamente para aquellos que ya han obtenido una titulación en grados medios o superiores relacionados.
En resumen, la anterior Formación Profesional para el Empleo ahora se corresponde con los grados A, B y C, justificando así el cambio de denominación del certificado. Los grados D y E, por otro lado, asimilan lo que antes se conocía como Formación Profesional Reglada o Inicial.
Este cambio estructural en la formación profesional no solo afecta la manera en que se clasifican y ofrecen los cursos, sino que también tiene un impacto en cómo los profesionales en este campo se preparan y se certifican. La pregunta que surge entonces es: ¿Cómo perciben los involucrados en la formación de adultos estos cambios? La adaptación a este nuevo sistema y su eficacia en la mejora de la formación profesional son aspectos que aún están por verse.