¡Saludos, queridos colegas docentes de adultos! En nuestra constante búsqueda de herramientas y técnicas que nos ayuden a mejorar nuestra labor educativa, especialmente en el ámbito andragógico, hoy os presento una herramienta que, aunque no es estrictamente educativa, tiene un gran potencial para ser aplicada en nuestras aulas: el «Styles of Handling Interpersonal Conflict Questionnaire» (SHICQ).
El SHICQ fue desarrollado por Peter J. Jordan y Neal Ashkanasy con el objetivo de evaluar los estilos de manejo de conflictos interpersonales. ¿Y por qué es relevante para nosotros, los docentes de adultos? Porque, como bien sabemos, el aula de adultos no está exenta de conflictos. Ya sea entre estudiantes, o entre docente y estudiantes, los conflictos pueden surgir en cualquier momento, y saber cómo manejarlos es esencial para mantener un ambiente de aprendizaje positivo y productivo.
El SHICQ identifica cinco estilos de respuesta al conflicto:
- Competitivo: Este estilo se caracteriza por la necesidad de ganar a toda costa. Es un enfoque más agresivo y puede ser útil en situaciones donde se necesita una decisión rápida.
- Colaborativo: Aquí, el objetivo es encontrar una solución que beneficie a todas las partes involucradas. Es ideal para situaciones donde la relación a largo plazo es importante.
- Comprometido: Este estilo busca un término medio donde ambas partes ceden un poco para llegar a una solución.
- Evitativo: Como su nombre indica, este estilo prefiere evitar el conflicto en lugar de enfrentarlo. Puede ser útil en situaciones donde el conflicto no es de gran importancia.
- Acomodaticio: En este enfoque, una de las partes cede completamente en favor de la otra. Es útil en situaciones donde mantener la paz es más importante que ganar.
Como docentes, comprender estos estilos y reconocer cuál es nuestro estilo predominante puede ser de gran ayuda. No solo nos permite reflexionar sobre cómo abordamos los conflictos en el aula, sino que también nos da herramientas para adaptar nuestro enfoque según la situación.
En conclusión, el SHICQ es una herramienta valiosa que nos ofrece una nueva perspectiva sobre el manejo de conflictos. Al integrarla en nuestra práctica docente, podemos mejorar nuestras habilidades de mediación y, en última instancia, crear un ambiente de aprendizaje más armonioso y efectivo. ¡Hasta la próxima herramienta, queridos colegas!