¡Ataraxia y Docencia: Una Combinación Irreverentemente Serena!

¡Ah, la ataraxia! Esa gloriosa tranquilidad del alma que todos anhelamos, especialmente aquellos en la noble (y a menudo caótica) profesión de la docencia. Pero, ¿cómo alcanzar este estado de calma imperturbable cuando estás rodeado de estudiantes con más energía que un huracán y preguntas más inesperadas que un episodio de una telenovela? La ataraxia, …